Tratamiento

¿Se pondrá una prótesis de ojo por primera vez?

Per­mí­ta­nos infor­mar­le a con­ti­nu­ación sob­re lo que será nue­vo para usted.

¿Ha tenido una operación y le extirparon total o parcialmente el globo ocular (evisceración / enucleación)?

Nor­mal­men­te, se uti­li­zará un man­ten­e­dor de posi­ción de plá­sti­co (cás­ca­ra per­fo­ra­da / con­forma­dor) des­pués de la ope­ra­ción. Éste debe per­ma­necer en el ojo duran­te algu­nas sema­nas, pro­te­gien­do y estabi­liz­an­do, has­ta que el pro­ce­so de cica­tri­za­ción se haya com­ple­ta­do lo sufi­ci­en­te como para inser­tar una pró­te­sis.

Deberá acu­dir a noso­tros den­tro de cua­t­ro a seis sema­nas des­pués de su ope­ra­ción. En su pre­sen­cia, aho­ra se fabri­cará una pró­te­sis ini­cial para que se ajus­te exac­ta­men­te en for­ma y color. En pri­mer lugar, se debe encon­trar la for­ma cor­rec­ta con la ayu­da de los dife­ren­tes modelos de pró­te­sis. Para ello, se sue­len pro­bar e inser­tar 2 – 3 formas dife­ren­tes para tener una plan­til­la para la pri­me­ra pró­te­sis. A esto le sigue, la ela­bora­ción y adapta­ción real de su pró­te­sis. A con­ti­nu­ación, se la lle­vará inme­dia­ta­men­te a casa. Este es el pri­mer paso.

Des­pués de unos seis meses, el pro­ce­so de cura­ción y los cam­bi­os aso­cia­dos en el teji­do cir­cun­dan­te sue­len com­ple­tar­se has­ta tal pun­to que se debe rea­li­zar una pró­te­sis nue­va.

El momen­to en el que se fabri­ca esta segun­da pró­te­sis es muy indi­vi­du­al. Así que no se sor­pren­da si, tar­de o tem­pra­no, nota que el asen­ta­mi­en­to de la pró­te­sis ha cam­bia­do. Si no está segu­ro de cuán­do debe acu­dir para reci­bir aten­ción de segu­i­mi­en­to, sim­ple­men­te con­tác­tenos.

¿No le han quitado el ojo pero no tiene visión (globo ocular ciego)?

Vari­as pue­den ser las razo­nes de que un glo­bo ocu­lar se vuel­va cie­go.

Tene­mos la opción de tapar el ojo cie­go con una cas­ca­ril­la escle­ral. Tam­bién en este caso se tra­ba­ja en adapt­ar la  pró­te­sis  para que se ase­me­je lo mejor posi­ble al aspec­to del ojo sano.

Pri­me­ro, debe­mos averi­gu­ar si su glo­bo ocu­lar pue­de tole­rar una pró­te­sis. Para hacer esto, pri­me­ro usa­mos una pró­te­sis modelo. Des­pués de unos minu­tos, sole­mos saber si el glo­bo ocu­lar pue­de tole­rar  la pró­te­sis. Si este es el caso, se pue­de fabri­car una pró­te­sis indi­vi­du­al para usted.

Si su glo­bo ocu­lar reac­cio­na cla­ra­men­te con enro­je­ci­mi­en­to, ardor y dolor, es pro­ba­ble que el glo­bo ocu­lar no sea adecua­do para reci­bir una pró­te­sis.

No obstan­te, tam­bién se pue­den encon­trar solu­cio­nes para este caso. Estare­mos encan­ta­dos de ase­sor­ar­le sob­re otras opcio­nes.

Citas de seguimiento y ¿qué es importante saber aquí?

Una pró­te­sis debe reno­var­se peri­ó­di­ca­men­te. ¿Cuál es el motivo?

La super­fi­cie de una pró­te­sis ocu­lar está sujeta a un des­gas­te natu­ral. Las lágri­mas y las influen­ci­as ambi­en­ta­les hacen que el mate­ri­al gra­du­al­men­te se vuel­va áspe­ro. Esto pue­de cau­sar irrit­a­ción en la cuen­ca del ojo y debe evi­tar­se. Aho­ra es el momen­to de reem­pla­zar la pró­te­sis.

Como reg­la gene­ral, la pró­te­sis se pue­de usar duran­te apro­xi­ma­damen­te un año, des­pués del cual debe cam­biar­se. Sin embar­go, tam­bién hay paci­en­tes que des­cu­bren que su pró­te­sis se des­gas­ta des­pués de seis meses y, por lo tan­to, nece­si­tan antes una pró­te­sis de reem­pla­zo. Así que tóme­se  sus pro­pi­as per­cep­cio­nes  en serio.

Pero no solo el des­gas­te es un motivo para la reno­va­ción de la pró­te­sis ocu­lar, incluso los cam­bi­os más peque­ños de teji­do y hue­so en la órbi­ta deben ten­er­se en cuen­ta a la hora de rea­li­zar una pró­te­sis nue­va. Ésta es la úni­ca for­ma de apoyar de mane­ra ópti­ma la cuen­ca del ojo y de man­te­ner  o mejo­rar la armonía facial.

Si deja caer la pró­te­sis y la rom­pe, lo que por supues­to pue­de suce­der, nece­si­tará un reem­pla­zo lo antes posi­ble. Por lo tan­to, tiene sent­i­do pro­gra­mar una cita para una pró­te­sis de reem­pla­zo lo antes posi­ble des­pués de la pri­me­ra pró­te­sis.

Le reco­men­da­mos que asis­ta a las citas anua­les de con­trol con regu­la­ri­dad, para que siemp­re pueda recurr­ir a una bue­na pró­te­sis de reser­va en caso de emer­gen­cia.

Niños con enfermedades previas (microftalmia / anoftalmia / melanoma, etc.)

Me gus­ta más: Estare­mos encan­ta­dos de ase­sor­ar­le en detal­le sob­re el tra­ta­mi­en­to y dedi­ca­mos el tiem­po nece­sa­rio para Usted y a su hijo. Esto no sólo en una con­ver­sa­ción ini­cial, sino tam­bién duran­te del tra­ta­mi­en­to, sur­gen nue­vas preg­un­tas una y otra vez que se las respon­de­mos con tran­quil­idad.

El des­ar­rol­lo infan­til es muy indi­vi­du­al, las cir­cuns­tanci­as cam­bi­an rápi­da­men­te, por lo que es muy importan­te para noso­tros obser­var de cer­ca los cam­bi­os jun­to con usted y, si es nece­sa­rio, reac­cio­nar rápi­da­men­te con una nue­va pró­te­sis.

Un inter­cam­bio con­stan­te, por supues­to tam­bién ent­re el oftal­mó­lo­go o el pedia­tra que lo ati­en­de, es cru­cial para un buen pro­gre­so en el tra­ta­mi­en­to, sien­do el cen­tro de aten­ción sus nece­si­d­a­des y las de su hijo.

Todo lo que está rela­cio­na­do con el cui­d­ado ópti­mo de la cuen­ca del ojo de su hijo, nos nace de cora­zón: el acom­pa­ñar a su hijo en su cami­no y aport­ar con nues­tra par­te para ase­gurar que su pró­te­sis sea algo natu­ral y par­te de su vida y se pueda mover libre­men­te y con con­fi­anza.

¿No puede acudir a nosotros en persona, pero necesita urgentemente una nueva prótesis?

Tene­mos alter­na­tiv­as para usted:

Si no pue­de venir a nues­tro insti­tu­to en per­so­na, tiene la opción de envi­ar­nos una pró­te­sis que le cal­ce bien por cor­reo. En este caso, nece­si­ta una pró­te­sis de reem­pla­zo que pueda usar tem­por­al­men­te.

Una ter­cera per­so­na tam­bién pue­de traer­nos su pró­te­sis direc­ta­men­te y vol­ver a reco­ger­la des­pués de 1 — 2 horas. Todo lo que tiene que hacer es con­cer­tar una cita.

En ambos casos fabri­ca­re­mos  la nue­va pró­te­sis según la que nos ha hecho lleg­ar, usán­do­la como modelo.  Sin embar­go, los cam­bi­os más peque­ños en la cuen­ca del ojo no se podrán tener en cuen­ta.