Nuestro Servicio

Le ase­sora­mos de for­ma exhaus­ti­va y detal­la­da sob­re el sum­i­nis­tro de un ojo arti­fi­ci­al de vid­rio y dedi­ca­mos mucho tiem­po a sus preg­un­tas.

Aten­ción post­ope­ra­to­ria: esto signi­fi­ca que reci­birá su pri­me­ra o nue­va pró­te­sis de nues­tra par­te des­pués de una ope­ra­ción y un con­trol por par­te del oftal­mó­lo­go.

Pue­de ser una pró­te­sis pro­vi­sio­nal (Con­for­mer) o una pri­me­ra pró­te­sis “de ver­dad”.

Una pró­te­sis pro­vi­sio­nal es bási­ca­men­te una solu­ción pro­vi­sio­nal, un man­ten­e­dor  de cavi­dad que evi­ta que la cuen­ca del ojo se enco­ja y apoya el pro­ce­so de cura­ción. Solo se usa duran­te unos días o sema­nas. Si aún no se ha reco­mend­ado la adapta­ción de la pró­te­sis defi­ni­ti­va, la usa­re­mos tem­por­al­men­te.

Hay tres tipos dife­ren­tes de pró­te­sis ocu­la­res hechas de vid­rio.

Fabri­ca­mos pró­te­sis de ojo tipo reform (pró­te­sis de ojo de doble capa), pró­te­sis de ojo tipo cas­ca­ril­la  (pró­te­sis de ojo de capa simp­le) o pró­te­sis de ojo tipo con­cha para el glo­bo ocu­lar cie­go o enco­gi­do. La for­ma adecua­da se sel­eccio­na según la nece­si­dad de cada paci­en­te.

Fabri­ca­mos ojos tipo cas­ca­ril­la  para paci­en­tes que nece­si­tan una epí­te­sis. Tra­ba­ja­mos en est­recha cola­bora­ción con los Insti­tu­tos de Epí­te­sis Mathi­as Schnei­der. www.epithetiker.de

Nos espe­cia­liz­a­mos en el tra­ta­mi­en­to de niños (peque­ños), lo que requie­re mucho tac­to, empa­tía y cari­ño. Con los niños en par­ti­cu­lar, es muy importan­te para noso­tros estable­cer una base de con­fi­anza y tra­ba­jar en est­recha cola­bora­ción con los pad­res, así como con los pedia­tras y los oftal­mó­lo­gos.

Nos gus­ta tra­ba­jar con pró­te­sis tipo modelo  para niños peque­ños, ya que la pró­te­sis tiene que cam­biar­se a inter­va­los mucho más cor­tos debi­do al cre­ci­mi­en­to (a veces 2–4 veces/año). En el caso de las pró­te­sis modelo, la for­ma cor­re­spon­de a la de una pró­te­sis defi­ni­ti­va, pero el dibu­jo del iris, el color de la escleró­ti­ca y el rojo de la vena no se ela­boran con pre­cis­ión. Así, la can­ti­dad de tra­ba­jo es menor y la pró­te­sis es más bara­ta.